“Avanzaban mudos, reservando la energía de sus respiraciones para el trabajo de sus cuerpos. A cada lado se extendía el silencio que los empujaba con su presencia casi tangible. Afectaba a sus mentes de la misma forma que las atmósferas en aguas profundas afectan al cuerpo del buzo. Los aplastaba con el peso de su infinita vastedad y su inalterable condición. Les exprimía las regiones más recónditas de sus mentes, extrayendo, como el zumo de la uva, todos los falsos ardores, exaltaciones e indebidos valores del alma humana, hasta que ellos mismos se sentían finitos y pequeños, motas y partículas diminutas moviéndose gracias a su débil astucia y poca agudeza a través de la obra e interacción de los grandes elementos y de las fuerzas ciegas de la naturaleza” Colmillo Blanco, Jack London.
Así describía Jack London el avanzar del hombre a través de las tierras vírgenes. Estas tierras ya no son tan vírgenes, pero siguen siendo capaces de despojar al humano de sus creencias, su ego y sus falsas necesidades, y hacerle sentir frágil y vulnerable. Mientras avanzo en mi bicicleta por la desierta Denali Highway , algún que otro coche o autocaravana me pasan en sentido contrario o me adelantan. Está lloviendo, pero me siento un privilegiado de poder disfrutarlo. La conexión que tiene lugar contigo mismo y con el entorno cuando viajas en bici, es única, y en este territorio más aún. No me cambiaría por ninguna de las personas que van dentro de la cabina de su coche. Sé que estar caliente, para mi supone un trabajo que se realiza a través de la pedalada. Que para mantenerme seco en estas tierras y no enfermar, manteniendo la ropa lejos de la humedad, debo ser metódico con el sistema de acampada. Sé que debo ser cuidadoso con los animales a la hora de cocinar. Y que pasaré varios días sin poder darme una ducha con agua corriente. Todo ésto, aunque es muy duro en determinados momentos, me proporciona una satisfacción como pocas cosas al final del día cuando monto mi pequeña tienda de campaña. No hay aventura sin dificultad.
Pedaleando solo durante horas
Una de las cosas que te recomiendan hacer en Alaska cuando estás pasando por una zona de sendero poco transitada o de mucha vegetación, es ir hablando o cantando para avisar a los animales que pueda haber. En mi caso no dejo de cantar esta canción que me transporta a mi infancia y el recuerdo de mi madre cantándola. Me hace sentirme en casa en estos momentos duros de lluvia y frío
Hay algo en estas carreteras que te hace mirar hacia dentro. En cada pedalada puedes escuchar el vacío, la nada. Han sido días de sanar, y de sacar cosas que estaban escondidas. Un territorio como éste te enfrenta a aquello que hay dentro de ti. Eres tú contra el entorno. Un entorno que hay que conocer, que hay que respetar, del que no hay que tener miedo pero sí poner distancia en determinados momentos y saber adaptarse.
Alaska tiene algo que te hace querer escapar continuamente, pero a la vez te hace no querer salir nunca de aquí. Estos días en la Denali Highway están siendo una medicina, agua fresca, acompañados de momentos duros. Supongo que eso es lo que tiene que ser.
Tengo la sensación de que estos paisajes ya forman parte de mi. Mientras pedaleo por ellos, suena de repente Bob Dylan con su Boots of Spanish Leater, y me transporto de nuevo a mi infancia, recorriendo las carreteras de Toledo con el coche de mi padre, cantando a Dylan o Joan Baez, imaginando que aquello era la banda sonora de una road movie. Hoy, casualmente, lo es. Esta va por ti papá!
Escribo esto desde mi tienda de campaña, después de llevar un par de días sin cobertura, no sé cuándo se subirá. Afuera llueve y mientras veo The Office: viajar en el sigo xxi es una locura!
Vamos Hugo! Pedazo de aventura. Pero sobre todo como los vives y lo trámites. Disfruta de la experiencia.
PD- te invito a un café 🙂
Es que eres un tesoro. Nos haces pedalear contigo cantando y, claro, sin esfuerzo. Muac!
The Office en la tienda de campaña jajajja me encanta la estampa! Sigue disfrutando!
Qué grande mi ídolo. Sigue viviéndolo intensamente y descubriendo paisajes y gente maravillosa, Te quiero,crack.
He de decir, que me ha hecho gracia lo de ir cantando ricky martin a todo trapo para avisar qué pasabas por ahí. Bueno! Vamos al día en tu aventura! Esperado los siguientes capítulos (los tuyos, no los de the office 😌😆) Te quiero!
A las afueras, una naturaleza salvaje, espirando la imponencia propia de quien tiene el poder de aniquilarte o bendecirte. En el interior, un humano moderno cantando Bob Dylan y riendo frente a su ordenador. ¡Preciosa estampa!
Un fuerte abrazo.
Man oh man, you are getting into a great routine…by now you are getting acustomed you traveling in bear country and once you have this routine it opens up to see your environment with a new lense. So cool to see you advancing. Stay well , stay safe and make sure you rest and absorve this amazing adventure you are living as this moments can’t be replicated. Cuidate y aqui estoy si necessitas algo.
Tus palabras me hacen querer quedarme aquí y seguir leyendo episodios, porque realmente tienes una prosa que me hace meterme en tu aventura y disfrutar de la lectura. Hace rato que me esperan fuera y estoy alargando el tiempo para saber más… llegaré tarde, lo sé, pero hacía tiempo que no disfrutaba tanto con un “buen libro”, tus memorias, diario de a ruedas. Qué maravilla!