Después de salir de casa de Michael, me esperaban casi 150 kilómetros aún de pura autopista hasta llegar a Cantwell, y tomar la solitaria Denali Highway. No es que el paisaje fuera feo, no me malinterpretéis, pero después de llevar casi 200 kilómetros con la misma escena, resultaba monótono. Estaba deseando entrar en el parque Denali y empezar a admirar aquellas grandes montañas. Al poco de entrar en el parque, vi una cafetería a la orilla izquierda de la carretera. Sabía que iba a ser mi única oportunidad de sentarme en un lugar caliente en los próximos 100 kilómetros al menos. En un estado como Alaska, y en la parte que me encuentro, las distancias son enormes. Estaba dudando de si entrar o no, cuando observé que había una bicicleta aparcada en un lado, también con alforjas. Me decidí y acabé entrando para tomar un chocolate caliente. Al poco de sentarme, vi que un hombre con casco se levantaba de su mesa para salir. Debe ser el dueño de la bici, pensé. Le saludé sin pensarlo:
-Hey! Are you the owner of the bike that is outside?
-Yes! Are you riding too?
-Yeah, im travelling.
-Where are you from?- Me dice
-Im from Spain, and you?
-Hermano, soy de Costa Rica pero vivo en Florida- Me contesta.
De repente, la única persona en 8 días con la que puedo hablar en castellano. A pesar de que hablar todo el rato en inglés me está viniendo genial para pulir y practicar, se agradece poder intercambiar unas palabras sin pensar como traducirlas. Le pregunto si sabe donde va a dormir y me dice que hay un campground cerca de allí, me autoinvito a ir con él.
Al salir a la calle, ve mi bicicleta mucho más cargada que la suya, y en seguida algo se enciende en él:
-¿Para cuanto tiempo vas de viaje, mae?
-Creo que para un año y medio o así.
-Mae, eso está buenísimo!! Hermano vaya aventura.
Se muestra tan ilusionado como lo estoy yo. No hay nada más generoso, para mí, que mostrar ilusión cuando alguien te comparte un sueño, un viaje o un proyecto que está haciendo. En seguida, Alex y yo hacemos match. Me dice que conoce perfectamente cuál es mi situación ahora mismo como viajero, porque él también lo es. Ha estado viajando por Alaska durante tres semanas y en unos días le toca volver al trabajo..
Según nos dirigimos al campground, le digo que si es de pago, voy a tener que buscar otra opción porque se escapa de mi presupuesto.
-No mae, yo voy a pagártelo.
Intento resistirme pero entiendo que va a ser imposible.
Álex tiene 54 años. Vive en florida y su mayor obsesión y pasión, es conocer el mundo sobre dos ruedas. Me cuenta mientras montamos las tiendas de campaña, que sus viajes más largos han sido recorriendo toda Sudamérica , otro de 14 meses, desde Escocia hasta China, y otro que le supuso 8 meses, dando la vuelta completa a EEUU. Va a tocar escuchar. Cuando uno está empezando en esto y se encuentra con alguien que tiene ese bagaje, hay que intentar empaparse lo máximo posible.
No deja de repetirme que necesite lo que necesite durante el viaje, acuda a él si es necesario. Acabamos de conocernos, pero, como él dice, ha estado en mi situación y sabe lo que estoy viviendo y lo que voy a vivir.
-Alguien que no haya viajado en bicicleta, jamás podrá entenderlo. Pasar frío durante horas, acampar con lluvia, no encontrar dónde entrar en calor… y de repente, alguien te ayuda. Verás Hugo, yo te estoy ayudando porque quiero, pero también porque mucha gente lo hizo antes por mí. Esto es una rueda, y así tiene que ser.
Seguimos charlando, y se muestra fascinado con que a mi edad, haya decidido hacer algo así:
-De veras Hugo, lo que vos vas a vivir es maravilloso. Vas a ser otra persona. Algo así es para toda la vida- Veo el brillo en sus ojos.
Después de cenar, la conversación acaba derivando en diversos temas, entre ellos, por supuesto, el de los osos en Alaska.
-Hay gente que vive toda la vida bajo el mito de la caverna de Platón- me dice.- Si tú y yo hubiéramos hecho caso a toda la gente que nos ha advertido por ejemplo de los osos, jamás hubiéramos venido aquí.
Reflexionamos y llegamos a la conclusión, de que, al igual que un oso, uno va acumulando experiencias, anécdotas y recuerdos, para durante la vejez, poder hibernarlos. Acudir a ellos y saborearlos como si se estuvieran comiendo en ese momento.
Álex junto a su bici
La conversación se alarga hasta la una de la madrugada. Entonces Álex saca unas pequeñas botellas de bourbon Jim Bean, y me ofrece brindar por mi viaje antes de ir a dormir. Cualquiera rechaza esa oferta.
A la mañana siguiente, mientras desmontamos el campamento dice que vamos a ir a la cafetería donde nos encontramos ayer, porque va a invitarme a desayunar. Le digo que ya me ha pagado esta noche de camping, que agradezco su generosidad pero está bien así. Entonces él, viajero con experiencia, me dice:
-Hugo, el viaje es largo. Vas a tener tiempo para demostrar tu fuerza mental y física, y créeme, tendrás que hacerlo. Pero también deberás tener la fortaleza, para enterrar tu orgullo, y recibir cuánta hospitalidad se te ofrezca. Y a veces, eso es lo más difícil para los viajeros autosuficientes como nosotros. Así que ahora, coge la bici y vamos a desayunar, mae.
El buen desayuno americano
Después de semejante desayuno, creo que podría hacerme una etapa del Giro de Italia incluso con el equipaje que lastro. Álex se muestra generoso y comprensivo conmigo en todo momento. Sabe lo que estoy viviendo y se muestra ilusionado. No puedo estar más agradecido de habérmelo cruzado.
La jornada transcurre lluviosa pero tranquila, hasta que de repente mi pedal decide empezar a bloquearse. El primer día en Anchorage lo sentía extraño, pero después de desmontarlo y limpiarlo parecía funcionar.
Así que toca parar en mitad de la lluvia, desmontarlo, desengrasarlo y lubricarlo. Me permite avanzar cinco millas más, hasta encontrarnos un sitio de alquiler de cabañas regentado por Mike. Soy consciente de que no vamos a encontrar nada más en muchas millas, así que le cuento el problema que he tenido. Sin dudarlo ni un momento, Mike saca una llave inglesa, desmonta el pedal y se lo lleva a una zona donde tiene un taller. Estuvo limpiando y desmontando el pedal de manera meticulosa durante casi veinte minutos.
-Debería funcionar por unas cuantas millas más- me dice.
Mike limpiando el pedal
Pienso que por ahora puedo tirar con él, pero ni de broma me meto en la Denali Highway, una carretera de 250 kilómetros desierta, con el pedal roto. Así que me propongo encontrar otro nuevo antes de tomar esa carretera. Le muestro todo agradecimiento posible y continuamos viaje.
Paramos a las seis para acampar con una lluvia bastante fuerte.
En el cicloturismo, cada viajero tiene su propio sistema a la hora de acampar, cocinar, obtener agua, y para todos los quehaceres que conlleva esta manera de viajar. Álex comparte su sistema conmigo, y adopto varias de las cosas que él hace. Es lo interesante de compartir viaje.
La cena y la conversación se alarga hasta tarde otra vez. Sabemos que es la última noche que estamos juntos, y hemos conectado de manera genuina. No sucede con todo el mundo que te encuentras viajando. De nuevo, el humor como cable de conexión.
A la mañana siguiente, antes de despedirnos, me pide que abra la mano, y deposita encima 100 dolares. Esta vez le digo que eso sí que no puedo aceptarlo. Me mira a los ojos y me dice:
-Para mi en este momento son solo 100 dolares, pero para ti es la oportunidad de secar la ropa un día de lluvia, dormir a cubierto un día de tormenta, o comerte una buena hamburguesa después de una dura jornada. Solo un viajero puede entenderlo. Acéptalo.
Cojo los 100 dolares, y le abrazo durante un buen rato. Álex debe poner rumbo a Anchorage para volver a Florida.
-Le cojí cariño en solo dos días caballero, le voy a extrañar haciendo el camino de vuelta en solitario- me dice.
-Nos vemos en Europa o de nuevo en Estados Unidos, se lo prometo, mae!!
Una promesa, que seguro se cumplirá.
Salud y pura vida mae! Gracias por todo amigo.
Me emociono genuinamente leyendo tus entradas Hugo, se me llenan los ojos de lágrimas pero de las buenas. Que experiencia más increíble tienes por delante 🙂
Hello Hugo…since I have lived in North America longer than in Costa Rica, I am more comfortable with saying a few words in English than Spanish plus this great for your English speaking skills development. Your writing about our encounter is precious. I am glad that I got to meet you and I think you are a great person with a wondrous spirt and great outlook. I get very excited to meet young people like you pursuing such an amazing adventure because ini today’s society, it is very easy to get caught into making the money and establishing an economic routine that in my opinion and experience, doesn’t yield the happiness that such adventure as yours is yielding…bicycle touring yields immediacy…good, bad, trying , despair, anger, sadness, loneliness and elation….in my experience I have all of these but what only you like I have and all those before us can attest is that once you get out there , every emotion and comes with every experience is the fibers for the blanket for the winter of your life, the time where you won’t be pedaling like you are now anymore and my boy like some of the conversations we had, time flies, faster than the miles you’re currently covering and I am glad for you because as much as you live on the immediate moment, you will need sometime after you finish this current adventure to digest everything you are currently consuming.
You have a very warm and dynamic personality and you are very easy to talk to, I think for your age, you have a tremendous amount of wisdom and a great temperament and those are things that in my book of life not everyone possesses and they can be developed but not at your degree…so, congratulations for been ahead of the curve and more so for taking on such an endeavor that so few take and Alaska is not an easy part of the world to explore but when you finish, you can claim you are «Alaska Tough» and not many can claim that.
It is my hope to come back to this forum and add a few more words of encouragement and wisdom and not for the purpose of influence or dictation, but as a window for you to take a look and see if what I have seen in my lenses serves your purpose.
My offer for any assistance, did not stop in Alaska, it will always be available to you for as much as I am fascinated and excited for your continuing odyssey of the Americas , I am as equally excited with anticipation of your post adventure perspective.
Cuidate much, saludos, y siempre lo mejor y no te olvides que aquí tienes tu hermano Costarricense bicyadventurero y esta apoyándote y que le prometio a tu madre que vas a llegar a España a contarle todo lo que viviste.
Saludos cocaine bear…
Alex Far Rider Retana.
Qué hermosas palabras y ofrecimiento de amistad y soporte. 🫶🏼
Qué episodio tan emotivo! 🥹🫶🏼 No hago más que pensar en lo hermoso que es cuando, viajando, te encuentras con personas generosas y cariñosas que se te quedan en el corazón para siempre. Me alegra que te las encuentres.